Piedra y polvo es la carretera
que rompe el verde de la montaña
por donde el bus zigzaguea bajando la cordillera
mientras desde adentro un niño contempla el valle
y la ciudad que empieza donde termina la ladera
Pero esto fue el presente de una tarde ya lejana
Medellín es una historia que comienza en el recuerdo
Ya anocheciendo el bus rodaba lento
por las calles y los barrios de la periferia
Las luces empezaban a encenderse
los carros en la lentitud se aglomeraban
A trechos edificios imponentes
destacaban sus siluetas
Ignoro los pensamientos y emociones
de ese niño que hoy dispara mi memoria
para hacerme preguntar si estar aquí
es extraño coincidencia desgracia o privilegio
Medellín es una historia de aventureros
que despojando y matando indios se alejaron
Llegaron después colonos de alpargatas
que buscando minas de oro
a lomo de mula las montañas dominaron
Envidiando la nobleza que dejaron en España
fueron los artífices de la nueva aristocracia
donde los nobles son los ricos
y los pobres los vasallos
Como hábiles negociantes sabían vender
sin mostrar el ojo tuerto de la yegua zaina
Algo de ese pasado dejó su huella en mi memoria
porque Medellín es una historia
que empieza en el recuerdo
Fue después la carrera Junín y el centro
caminando por las tardes con mi hermano Alberto
atendiendo los instintos del amor y el sexo
Fue el Salón de Té Astor con sus moros
y Versalles con las empanadas argentinas
el argentino y las caminatas en el estadio
Recuerdo las jornadas mirando apartamentos
las pensiones y las noches de rebusque
casa por casa en el Fundungo
los tragos de los viernes en cafés del centro
y heladerías de los barrios
Medellín es una historia que empieza en el recuerdo
una historia que cambia como cambian las historias
y como cambian también todas las ciudades
El centro y Junín perdieron su gracia
las calles se llenaron de inseguridad y carros
los edificios se multiplicaron
los paseos por las calles se trasladaron
a las grandes zonas de territorios comerciales
Medellín es una historia que empieza en el recuerdo
Ya de hombre el niño quiso compartir el mundo
pero el mundo le fue extraño
frecuentó bibliotecas cines peligros y desgracias
Vivió la rutina irreflexiva del trabajo
y halló la felicidad renunciando a la esperanza
Medellín es una historia que empieza en el recuerdo
y concluye en la nostalgia inútil
de revivir el tiempo
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