No pasarán los años hijo mío
todo es en el hoy
como un quieto río
que imperceptible se desplaza
sin edades
ni etapas ni distancias
Somos gotas del caudal humano
sólo un día entre noches
recorremos
de una lluvia ignorada
procedemos
y hacia una eterna oscuridad
marchamos
Mas este día
esplendoroso es nuestro
y se nos brinda
pródigo de encantos
gocemos los efímeros destellos
aunque nublen su luz
velos de llanto
Aún en la tragedia
impuesta por el hado
forjaremos también
más realidades
renovamos la magia de la escena
mientras nuestro es
el ancestral teatro
Hagamos
de los sueños ideales
no temamos
la acción por el fracaso
El tiempo bienhechor nuestro
y tirano
nos exime de bienes
y pecados
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