Sobresaltada la ciudad
despierta en la mañana
con el ruido que entonan
corales discordantes
de roncos motores
y agudos frenazos
Mas un canto encantado
de pájaros acompaña
toda esta confusión
de cacofónica algarabía
que el eterno sol de primavera
enciende en lumbre mañanera
El estrépito de avanzada
en la avenida se amortigua
entre el nutrido verdor
de las copas de los árboles
alineados como guardia
de centinelas vegetales
El tráfico enfilado
se apresura por las calles
Casas y jardines
de colores se engalanan
Los edificios desafiantes
se escalonan en el aire
En geometría desluciente
habitan otras gentes
despertando bajo puentes
o en periféricas laderas
sin cabida en esta página
donde danza la estridencia
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