No hay que vivir una vida
condenado a la impotencia
por una sentencia injusta
de vivir para padecer
Así pensaba el anciano
preparando como artista
con entereza de pensamiento
su proyecto de partida
El tiempo estaba determinado
se inyectaría el narcótico primero
después tomaría el veneno
para finalizar en la inconsciencia
cuando cayera el telón
En este libreto de partida
contra la infame impotencia
el instinto de conservación
la degradación de la existencia
las leyes y la religión
el anciano pretendía
vencer con la razón
condenado a la impotencia
por una sentencia injusta
de vivir para padecer
Así pensaba el anciano
preparando como artista
con entereza de pensamiento
su proyecto de partida
El tiempo estaba determinado
se inyectaría el narcótico primero
después tomaría el veneno
para finalizar en la inconsciencia
cuando cayera el telón
En este libreto de partida
contra la infame impotencia
el instinto de conservación
la degradación de la existencia
las leyes y la religión
el anciano pretendía
vencer con la razón
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