Nuestro amor

En la noche nuestros pasos
se inquietaban al encuentro
de putas en ceñidos trajes
ofreciendo lánguidos encantos
y gamines
durmiendo en los andenes
entre mugre
periódicos y harapos

Tus pasos temerosos
de una calle inexorable
a través de mi alcoba solitaria
se adentraron quedamente
paso a paso hasta mi alma

Quedan atrás
las iras y los celos
en la sórdida ciudad
brilló nuestra alegría
y una esquina del tiempo
aún habita tu sonrisa

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