Es acaso la avidez la necesidad
el deseo o la carencia
lo que en tu entender ordena
la certeza de merecer
posesiones ya por otros poseídas
sin contar con que tú ya tienes
valores de los cuales
posiblemente otros carecen
y en cambio por tu derecho
sólo la muerte te mereces
y aunque la envidia no te mate
su aguijón sí envenena
en gran parte tu existencia
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