No sé cómo todavía tomo en serio
el absurdo discurrir de mi existencia
De niño el hogar y las costumbres
me fueron imponiendo sus creencias
poco a poco desperté de mi inocencia
nuevos pasos recorrieron mis caminos
Buscando aprendí que la verdad no existe
que todo cambia o se recrea nuevamente
Vivo entre dudas competencia y egoísmo
lo bueno y lo malo es un juego de barajas
la felicidad sólo es ensueño del pasado
y todo el recorrido se pierde en el olvido
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