Vivir de recuerdos es vivir la ensoñación
de un incierto pasado que niega las espinas
Cuando el tiempo pasa el dolor se olvida
para que el pasado vista de color de rosa
Mintiendo al presente la memoria engaña
retirando el dolor que a la existencia amarga
para que el humano soñador acepte
su tormento de vivir hasta la muerte
El ser con la memoria su dolor rechaza
y la angustia en su consciente es evidencia
del absurdo destino de la nada que lo espera
El recuerdo es vino que la verdad amarga
sólo la voluntad cuenta para aceptar la vida
en la desnuda calma y en la lucha compartida
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