Las puertas se cerraron acercándome a la nada
y atrás quedó el pasado de luces delirantes
del ardoroso anhelo y pasos extraviados
Fueron vanas las posesiones ajenas las verdades
insatisfechos los deseos y la angustia palpitante
de un vacío impenetrable
En sombras confinado el pensamiento se ilumina
para empezar de nuevo predestinados ciclos
de triunfos y fracasos con un final marcado
Sin más ilusiones que alternancia del camino
me alegro en el paisaje y pienso en la leyenda
del Sísifo en condena bajando la montaña
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