Ebrio voy de alegría

 Ebrio voy de alegría y sin embargo

mi copa está vacía

de irreparable vino derramado


Si vivo el recóndito dolor

de un desolado abismo de fracaso

¿Cómo puedo sentir algún encanto?


No sé qué ironía puede provocar

este aliento de vida entre las sombras

cuando todo clama angustia llanto y rabia


¿Será acaso que el íntimo inconsciente

puede dar un justo menosprecio

a lo que uno considera su desgracia?


Comentarios