Mi oscuridad luminosa
de tiempo indiferente
a inciertas esperanzas
rechaza aún no cerca
de la más definitiva
inmediatez hacia la nada
Cuando calla la alegría
y el valor ya no cuenta
la rutina es copa amarga
de cansancio ajeno
pero mi espíritu viril
tampoco cede
Todo en poco he valorado
pero todavía vale menos
en la real valoración
que rinde la evidencia
y cuanto al destino deba
con mi propio final
he de pagar serenamente
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